El cuerpo de 37 años de Almeyda ya traspasó el límite de lo que puede soportar. Ante Colón se vio claro que ya no daba más, que estaba repleto de dolor y tenía contracturada hasta la lengua. El Pelado ya no puede con su alma y como todavía quedan dos jornadas más por delante, existe la posibilidad de que, pensando ya en que la Promoción no es una pesadilla lejana, se lo reserve para que se recupere para esos hipotéticos dos encuentros.
El capitán tiene los aductores cargados igual que después del partido con Olimpo, encuentro en el que debió pedir el cambio. En la semana anterior a ese encuentro, apenas había podido hacer 15 minutos de fútbol y también había tenido que salir. En los siete días previos a Colón, ya ni siquiera hizo fútbol y se la pasó con kinesiología. Ése es el panorama del consumido y desgastado Almeyda.
El doctor Seveso le confirmó a River desde adentro que no está desgarrado ni con alguna lesión nueva, pero sí al límite: “Juega con el corazón y no con el cuerpo”.
De mantenerse la programación de la fecha 18, River jugará el domingo sabiendo cómo salieron Olimpo, Tigre y Arsenal. Si los resultados son desfavorables para el equipo y la Promoción ya está casi certificada, se evaluaría que no juegue contra Estudiantes y se empiece a recuperar para esos posibles dos partidos en los que nadie quiere pensar.



