Faltan tres. Nada más que tres. Ya pasó Olimpo y el resultado no fue el mejor. Ahora quedan Colón, Estudiantes y Lanús. Y este River tiene que ganar los tres partidos para al menos cerrar una muy buena campaña. Y así nadie podrá reprocharle nada a este equipo más que un par de planteos inentendibles sobre todo en las últimas fechas. Lo seguro es que este River no merece estar ahí. Y entonces se pide el último esfuerzo. Uno más. O tres más. Que arranque ante los santafesinos, que siga con los de La Plata y que termine frente a los del Sur. Para que todo quede en el olvido como un feo recuerdo del que solamente quede la enseñanza de que ciertas cosas no se pueden repetir.
Después de ver el partido entre Arsenal y Olimpo quedan más broncas todavía por el planteo que hizo River en Bahía. Está claro que si el equipo de Juan José López lo atacaba, la historia hubiera sido otra. Pero ya está. Simplemente hay que marcarlo. Lo bueno, parece, es que se entendió ya que hay que ir más arriba. Y entonces por el suspendido Acevedo va Lanzini, algo es algo. Sale Pavone y vuelve Buonanotte. Suena raro. Pero a veces hay que cambiar. Dar una señal. Y la sensación es que este cambio pasó por ese lado.
Son tiempos en los que se necesitan tranquilidad, pero no se encuentra. Primero fue lo de Carrizo y Fillol tras el enfrentamiento ante San Lorenzo. Y el episodio terminó mal con la salida del entrenador de arqueros incluída. Después el rumor de un entredicho entre Passarella y Pavone; y otro tema personal de Carrizo. Da bronca que todo pase ahora. Que alguien se encargue de lanzar este tipo de cuestiones en este momento. Son cosas que pasan, pero queno deberían saltar ahora. Al menos en el arranque de la tarde del viernes se dio una buena porque Ballón está lesionado y eso hará que Lamela juegue por el artículo 225 hasta el final del torneo. Sé que suena mal, pero la verdad es que el inconveniente del peruano lo favorece a River… Tomemos ese hecho como una señal de que todo se va enderezando. De que ese elefante que parece posado arriba del Monumental haciendo de las suyas ya está controlado. Porque River necesita de todo y de todos para salir de esta. De la suerte. De los protagonistas directos (los jugadores que juegan, los técnicos que deciden, los dirigentes que con sus actos pueden o no inclinar alguna balanza aunque sea levemente) y de los indirectos (los hinchas que no paran de apoyar). De ayudas divinas y de ayudas terrenales. De todo. Y de todos.
Faltan tres. Quedan tres. Colón es el primero, Lanús el último y Estudiantes en el medio. El miedo ya se fue. Ahora le llaman valor encubierto. Que así sea. La historia de river está escrita ppor héroes. Y los héroes transforman sus temores en valor. Que River muestre coraje. Que todos se contagien de Almeyda, de Ferrero y de Lamela. El resto que acompañe. Con eso alcanza. Con eso tiene que alcanzar.
