En una nueva aparición pública, el presidente de River parece haberle puesto fin a la expectativa que se había generado en torno al regreso del Burrito a River. Además, el principal directivo del club de Núñez acudió a la presidenta de la Nación para que lo ayude a "encontrarle una solución" ante las posibles sanciones que recibirá la institución millonaria.
Resulta extraña la forma en la que Daniel Passarella atiende a la prensa. O la relega a los últimos planos de su agenda o la enfrenta de golpe y mediante periodistas amigos. Como sea, en una nueva aparición mediática, el presidente de River no sólo hizo ruido en el ámbito deportivo, sino también en el aspecto político del país.
Es que después de repetir prácticamente el mismo libreto que espetó el martes en Radio Rivadavia, Passarella sorprendió a todo el Mundo River con una frase inesperada. "La situación de Ortega la va a decidir Almeyda. Hablamos sobre él, pero el Pelado no tiene intenciones de que siga Ariel. Nos están volviendo jugadores como Nasuti, no necesitamos refuerzos salvo en algún lugar de la cancha", señaló, durante una entrevista con el canal de noticias C5N.
Aunque a medida que hablaba, la contundencia de su concepto se contraponía con lo dubitativas que resultaban sus palabras. A tal punto, que dio la sensación de que el presidente de La Banda estaba diciendo algo que realmente no quería. O mejor dicho, que -al menos por ahora- no debía. ¿Será así, realmente Almeyda no querrá a Ortega, o será que Passarella no quiere a quien fue su hijo futbolístico?
Y después hizo un llamado público a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que bien se pudo entender como un manotazo desesperado por evitar las consecuencias de su exabrupto en AFA. Porque mientras todo el fútbol argentino se prepara para escuchar las duras sanciones que recaerían sobre River por los desmanes en su estadio y el aparente apriete a Pezzotta, Passarella suplicó a cámara: "Le quiero pedir a la presidenta que me reciba para ver cómo podemos solucionar este tema. Porque esto pasó el límite nacional y llegó al plano internacional. Tenemos que dejar enfriar un poquito las cosas, tener una reunión y ver cómo se puede solucionar".
¿Qué intenta Passarella con esto? Que Cristina interceda sobre Grondona para que las sanciones no sean tan duras. Aunque unas horas antes, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández ya había fijado la postura del Gobierno en favor de River y en contra de uno de sus rivales políticos más acérrimos: "No es justo que se le cargue la culpa a River o a los hinchas que no tuvieron nada que ver. Esto es cosa de unos pocos que hay que encontrar. Macri, teniendo el poder, no impidió el ingreso de las 14.000 personas de más que había en el estadio".



