Es clave este partido ante San Lorenzo para que River vuelva de inmediato al triunfo. Para que empiece ya la recuperación. Para que presente batalla sin su líder en la cancha demostrando que es más que las ganas y el ímpetu de Matías Almeyda. Será una tarde repleta de nervios porque el pésimo arbitraje de Patricio Losteau dejó sin nada al equipo la semana pasada. Y entonces todas las miradas estarán puestas en Pablo Lunatti quien será el árbitro. Lo seguro es que Juan José López les tendrá que transmitir tranquilidad a sus jugadores, para que ellos no se desesperen al ritmo de la impaciencia de la gente. Y para que el equipo recupere el orden que en más de medio campeonato tuvo y que hace un par de fechas parece haber dejado atrás.
Ya está marcada la salida de Almeyda por la expulsión ante Boca y entonces se dará el ingreso de Facundo Cirigliano. Un pichón de Javier Mascherano de quien en River se habla maravillas desde hace rato. No es tiempo de chicos, es cierto, pero las urgencias marcan el día a día de este River. Será el tiempo, también, de Leandro González Pirez en el equipo y de entrada. Jonathan Maidana no está bien y por eso no jugará. Otro pibe adentro, entonces. Y arriba un cambio táctico en el que se apela a un hombre de más experiencia, Leandro Caruso, por Rogelio Funes Mori quien sigue sin encontrar su lugar en el mundo, o en la cancha.
River tiene que despertarse ya. Depende de sí mismo porque si gana los 5 partidos se salvará de todo y además peleará por una copa y hasta por el torneo de costado y sin proponérselo de verdad. Quedan 15 puntos y los 15 deben ser el objetivo. El mayor desafío para este domingo que pinta para andar juntando manojo de nervios por dónde se mire en el Monumental, es el de jugar sin Almeyda. Ese referente que contagia. Que transmite. Que comanda la arenga. Que te hace inflar el pecho. Que alguien se haga cargo de ese papel aunque sea por un rato será importante. Que alguien acompañe a ese crack que ya es Erik Lamela también, obvio. Sin nervios. Sin pausas. River es River. Y tiene que volver a ganar.