Casi mitad de campeonato y mirando a todos desde arriba. Así está este River hoy de la mano de Juan José López. Para muchos cuestionado por su estilo. Para otros, mi caso, entendido porque tiene esto y no mucho más. River sabe a qué juega. Lo entiende. Y lo sigue llevando adelante pase lo que pase, partido tras partido. Puede no gustar. Puede no lucir. Pero desde el alma y el corazón de todos, desde el contagio que inspira Matías Almeyda y hasta las pinceladas de buen fútbol de Erik Lamela, River es puntero. Y nadie puede discutirlo.
La vuelta de Mariano Pavone le dará más aire al equipo a la hora de atacar. Lo de Leandro Caruso fue bueno ante Newell’s y a River le sirvió. No así frente a Quilmes. Y al equipo le faltó peso arriba pese al triunfo. Por eso se festeja su vuelta. Es necesaria para el estilo de juego de un equipo que pide permanentemente un delantero que vaya a todas y no se quede estático. En suma, casi que se pone el equipo ideal en cancha. Porque JJ pone a su equipo preferido y exceptuando el media punta al lado de Lamela, en donde todavía no se decidió entre Buonanotte y Lanzini, que vienen peleando por un lugar, el resto sí está más que definido en la cabeza del DT.
Enfrente estará Banfield. Un equipo que desde que se fueron Julio Falcioni y Walter Ervitti ya no es el mismo. No tiene ni el juego ni el peso ofensivo que supo tener. Pero siempre es complicado desde lo estructural ya que también sabe a qué juega (caso parecido al de Arsenal en donde por más que cambien los nombres el estilo no se modifica demasiado). Habrá que estar atentos a una contra o las pelotas paradas. Pero la sensación que no debería ser lastimado en defensa y que la clave del partido estará en la paciencia a la hora de encontrar la manera de convertir y lograr la ventaja.
Se viene el partido. De noche y en sábado. Se extrañan los domingos. Es más lindo jugar en el último día del fin de semana. Pero la tele dice no. Y hay que acatar. El triunfo garantizará la punta. Alimentará los sueños. Agregará ganas en todos. Aunque este equipo ya dejó más que claro, y varias veces, que ganas sobran. Y por eso entusiasma.
