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Un triunfo con cosas para corregir


Había que revalidar esa gran goleada del miércoles pasado para seguir en el camino victorioso. Y River pudo sacar adelante un partido que de entrada se le presentó complicado, consiguiendo un triunfo vital que lo sigue manteniendo en lo más alto del campeonato.
Esta vez la batalla no se presentó tan sencilla. Huracán pegó primero y sacó rápidamente ventajas en el encuentro. Ferrero falló en un cierre y Machín no perdonó. El 0-1 antes del cuarto de hora presagiaba una situación muy cuesta arriba y complicada de sacar adelante, porque parecía que River no se podía amoldar al trámite y al desarrollo.
Pero como ya ocurrió en Mendoza ante Independiente Rivadavia, el equipo se sintió tocado en su orgullo y reaccionó como una fiera. Y fue una vez más Martín Aguirre, el mejor futbolista de River en lo que va de torneo, el artífice de la remontada.
Primero con un cabezazo notable al ángulo derecho de Monzón y después, luego de una gran jugada colectiva, con una soberbia tijera/media chilena inventada en el area, el pelado cambió la historia en solo cinco minutos. Y allí todo River se serenó definitivamente y comenzó a mostrar su potencial ofensivo. Sánchez y Ocampos tuvieron las chances más claras para definir el encuentro con anterioridad pero anduvieron con la mira descalibrada.
En el segundo tiempo, el equipo se metió por momentos excesivamente atrás y casi paga muy caro el hecho de no haberlo podido definir en la segunda mitad del primero. Afortunadamente, tanto el arquero como la defensa se mostraron concentrados para no cometer errores y salvar el resultado en momentos clave. Arano contuvo con el pecho un cabezazo de Villegas y Vella sobre el final tuvo una aparición notable para sacar las papas del fuego.
Ahora, se viene un partido trascendental en Córdoba contra un rival directo en la lucha por el campeonato. Indudablemente, el rendimiento mostrado en el complemento deja muchas cosas por corregir, pero lo más importante es que el andar de los triunfos no detiene su marcha.