Sin lugar a dudas estuvimos en presencia de la peor presentación de River en lo que va del campeonato. El empate agónico de Fúnes Mori sobre el final fue demasiado regalo para lo demostrado por el conjunto de Almeyda en el desarrollo del encuentro.
Profundidad cero. Posesión de pelota intrascendente que se mostraba solo de mitad de campo hacia atrás. Muy poca rebeldía de movimientos de ¾ de cancha hacia delante y una imprecisión preocupante a la hora de distribuir la pelota. Fueron todas señales que evidenciaron
Tal como pasó la semana pasada ante Quilmes, River pudo convertir en los momentos donde peor lo estaba pasando. Cavenaghi volvió a demostrar su jerarquía en la definición para abrir el partido, luego
Pero Defensa y Justicia no perdió jamás la concentración y siempre estuvo bien dispuesto y plantado. La visita evidenció todas las falencias de la defensa millonaria, sobre todo en el sector derecho de la misma, ya que tanto Vella como Alayes tuvieron rendimientos muy flojos. Y el Halcón aprovechó dos groseras distracciones de River ejecutando pelotas paradas a su favor y con contragolpes certeros lastimó de la mano de un Píriz Alvez iluminado.
Ocampos fue el único que propuso algo diferente e intentó por todos los medios preocupar a la visita, pero no tuvo ni compañía ni puntería. Al “chori” Domínguez se lo vio muy limitado desde lo físico y no pudo desplegar todo su caudal de fútbol y Aguirre estuvo mucho menos fino con la pelota que en sus anteriores presentaciones. Es por esto que River fue un mar de confusiones a la hora de buscar el arco rival.
Pero cuando parecía que la impotencia se iba a adueñar definitivamente de la situación, llegó sobre el final un muy buen centro de Vella que Fúnes Mori cabeceó con potencia y dirección para rescatar un punto que parecía imposible.
Se encienden las alarmas en Núñez. El rendimiento en conjunto fue preocupante y se vieron pocas respuestas tanto dentro como fuera de la cancha. Hay muchísimo por mejorar de cara a lo que viene…