Prácticamente no jugó a lo largo de toda la temporada. A fines de septiembre del año pasado, un choque con el arquero juvenil Gonzalo Marinelli, durante una práctica con la Reserva, le terminó significando la rotura de ligamentos cruzados de su rodilla izquierda y unos largos siete meses de inactividad.
Recién en abril pudo regresar a las canchas, jugando frente a Banfield en Reserva. Sin embargo, entre su falta de ritmo, los apuros del primer equipo y la resistencia que desde siempre generó en el hincha, nunca pudo encontrar la forma siquiera de pelear un puesto en el equipo de Juan José López.
Entonces, los últimos meses de Matías Abelairas en River fueron prácticamente en el ostracismo. Al menos del primer equipo. Por lo que su continuidad en Núñez estaría prácticamente descartada: el jueves se venció su contrato y todo parece indicar que continuaría su carrera en el Racing del Cholo Simeone o en Italia.
Aunque ello dependerá de la voluntad del jugador, que se confesó fanático de River en reiteradas oportunidades, y de las necesidades del plantel: es que si los dirigentes logran su cometido de vender a Pereyra y Affranchino, quizá de esa manera se abra una nueva puerta para Abelairas.
