Con el alma. Con el corazón.Con las entrañas. Con la vida futbolística. COn todo lo que tengan dentro del corazón y algo más. Así debe jugar esta noche River en Córoba ante Belgrano por la Promoción. Porque es el partido más importante de su historia. Porque después de esta mancha que quedará para siempre, River debe casi que refundarse. Y volver a ser. Porque 110 años de historia mandan en este partido. Porque 110 años de un club gigante merecen que los jugadores dejen todo eso y más. Por ellos mismos y por sus hinchas.
En estos días escuché promesas y vi gestos de hinchas a los que el resultado de esta Promoción les cambiará la vida, aunque suene exagerado. Que lo entiendan los jugadores, entonces. Ví como hinchas, acá en Córdoba, bajo la lluvia y cuando el equipo dejaba la cancha de Instituto después de entrenar o el hotel en donde se hospedó, les pedían por favor a los jugadores desde abajo del micro y empapados que dejaran la vida por River. Vi como dos pibes de 18 años se quedaron casi 30 horas en la puerta del hotel, con momentos de menos de 10 grados de temperatura, para dejar una bandera idéntica a la que otros hinchas de Buenos Aires les hicieron en Ezeiza a los jugadores. Una que rezaba “Jueguen por nosotros, estamos con ustedes”. Vi como varios ya empezaron a llorar a cuenta de pura emoción y nervios. Que lo entiendan ellos, los jugadores digo. Para que de afuera nada, ni las indicaciones técnicas, los confundan.
El equipo no está confirmado y la verdad poco cambia. Desde hace rato este equipo no juega como tal. Pero esto se trata de otra cosa. Se trata de eso que hace Almeyda en el mediocampo. De la arenga. De las fibras más íntimas. Del corazón. Del alma. Los nervios jugarán su parte. La historia también. River se juega su nombre. La historia. El Monumental. Todo. Son 180 minutos contra 110 años. Es River contra todos. Es el gigante al que todos quieren ver caer. Que el lunes esto sea un feo recuerdo y nada más. Pero que también sea el puntapie para que muchos entiendan una simple cosa: que con River no se jode.



