Suena a ideal para seguir la racha. Quilmes no juega bien. Es un equipo cerrado. Que traba. Que molesta. Que no te deja ser. Pero no lastima arriba. Y entonces a River le debería caer bien jugar ante el equipo Cervecero. Porque después de tres fechas sin triunfos, y pese a jugar mal, se dio un paso adelante en cuanto al resultado frente a Newell’s. Y se sacó la cabeza del fondo. Y ahora este partido asoma como perfecto para sacar 6 de 6….
Juan José López metió una variante mixta a la hora de cumplir con las pretensiones de muchos hinchas que reclaman un equipo más ofensivo. Por un lado dispuso el ingreso de Adalberto Román por Roberto Pereyra. Deja a Juan Manuel Díaz en cancha, pero de volante, y sale el tucu que es más de ir arriba que Díaz porque además hay que estar atentos a alguna contra. Por otra parte, Diego Buonanotte ingresa por Manuel Lanzini. Y el enano es más delantero y punzante que el manu que es más enganche. Es decir, en defensa se busca más altura y equilibrio, y en ataque se va un poquito más arriba.
Será clave en esta historia Leandro Caruso y está claro porqué. El delantero tendrá que quedarse arriba y no bajar, tal como lo hizo frente a Newell’s, para ser referente y posibilitar la descarga. Caruso se transformó en goleador y a River le cambió la cara en ese sentido. Es saludable. Porque River necesitaba encontrar rápido una variante ante la salida del lesionado Mariano Pavone. Y porque además Rogelio Funes Mori ya aparecerá en el banco este domingo.
Tiene que dar el salto River. Caruso Lombardi, entrenador de Quilmes, ya calentó la semana hablando de cómo perjudican a su equipo los arbitrajes. Metió presión en la previa para que el árbitro del partido, Héctor Baldassi, dude. Esperemos que no pase eso. Pero queda advertido. River puede dar el salto. La fecha puede ayudar a seguir bien arriba. A prenderse en lo alto de la tabla un poquito más. A seguir escapando de ahí abajo. Es una buena oportunidad. Que todo arranque ya. Que sean las 16 horas de este domingo 3 abril que ya está encima. River tiene que despegar definitivamente, y el escenario suena a ideal.
