Contra Independiente no hubo puntos bajos, sino un conjunto colectivo destacable. El piso para el equipo en todas sus líneas fue de seis puntos. Hubo varios rendimientos para destacar, como el del sorpresivo Juan Manuel Díaz o una ratificación del buen nivel de Acevedo, Lamela y Pavone.
Chichizola (7): sólo cometió una pifia en un rechazo de zurda, después hizo todo perfecto. Atento para achicar cuando se debe y firme con las manos, no por nada lleva tres partidos en Primera y todos con la valla invicta. Parece que viniera jugando desde hace años por el aplomo que muestra.
Maidana (8): sobrio, nunca se complicó de más. Siempre llegó a todas, el más claro de la defensa.
Ferrero (7): expeditivo, no se complica, no es tan dúctil como Maidana, pero dejó todo siempre.
Roman (7): impasable de arriba y de abajo, sólido en el mano a mano.
Ferrari (6): Le anularon el gol, cuando llegó al área como un delantero más. No fue el del otro día contra Huracán, pero tampoco lo necesitó.
Almeyda (7): despliegue y entrega, como es usual en él. Traba hasta con la cabeza y despeja de chilena. En este encuentro también se desprendió más hacia al ataque y asistió a Lamela.
Acevedo (8): era clave y él lo sabía, para llevarle la pelota a Lamela y Lanzini. Es el primer conector de este River. Marcó y unió las líneas.
Juan Manuel Díaz (8): todos pensaban que Ferrari era el que iba a ir más al ataque, pero el uruguayo metió un despliegue que hizo que Pereyra no fuera extrañado. Ofensivo cuando se imaginaba que sería el más defensivo de los dos laterales. Su mejor actuación en River.
Lamela (7): una nueva muestra de que es de lo mejor del fútbol argentino y de los más desequilibrantes. Nunca pudieron tomarlo y fue inteligente para jugar la pelota rápido cuando hizo falta. Obviamente le falta, pero cada vez mas importante en el desarrollo del juego.
Lanzini (6,5): apenas un escalón debajo de Lamela. Tuvo su mejor partido en Primera. Encaró siempre y hasta ganó en el cuerpo a cuerpo. Con compromiso para recuperar.
Pavone (8): mete, traba, pelea, aguanta. Había errado un par de situaciones, estaba contrariado con el arco, pero no perdió la esperanza ni se volvió loco. Y sobre el final, a lo Pavone, se llevó el gol de la victoria.
